Las Pymes familiares pasan por distintas etapas de crecimiento.
Una primera etapa, su nacimiento, un proyecto familiar común, muchos sueños, todos juntos en el proyecto. Un líder, en general, el patriarca o matriarca. Trabajo a pulmón. Todos hacen todo
Una segunda etapa, gran esfuerzo. Ya no funciona el todos hacen todo. Las tareas se hacen cada vez más complejas, desarrollo económico. Temas de roles, de liderazgo, de toma de decisiones.
Una tercera etapa de crecimiento, organización, gestión y profesionalización de la Pyme Familiar
Profesionalizar no significa necesariamente contratar personal externo a la familia, sino comenzar a pensar y organizar la empresa .Ordenar los roles, funciones y áreas de la empresa.
Cuando se está evaluando profesionalizar toma importancia revisar la visión, la misión de la empresa familiar.
Empezar a hablar de estrategia, personas, gestión, procesos.
Lo primero es que el líder, el fundador, comienza a sentirse incómodo, sobrepasado por el crecimiento y la complejidad de tareas, comienza a preguntarse si habrá que profesionalizar. Es normal que sienta dudas, contradicciones, que no sepa cómo hacerlo, que haga pruebas y muchas no funcionen, avances y retrocesos.
A veces no es necesario profesionalizar la empresa, quizás el fundador y la familia deciden que prefieren continuar como están, ya sea porque consideran que dan un servicio artesanal, a medida de sus clientes, y/o por infinitas razones más. Esto no implica que no crezcan, que no tengan éxito.
Para comenzar con la profesionalización se puede aprovechar el talento y preparación, si la tuvieran, de algunos de los integrantes de la familia.
Profesionalizar la empresa, la familia, la gestión, establecer órganos de gobierno, contratar profesionales especialistas si fuera necesario, planificar la transición si el líder/ patriarca se retira o si alguno de los miembros no quiere pertenecer más a la empresa. ¿Cómo organizar el ingreso de una persona externa a la empresa o un familiar?
En este momento cobra especial protagonismo la redacción del protocolo familiar.
El protocolo familiar es un acuerdo entre los miembros de la familia en cómo se va a organizar la empresa, diseñar el futuro, los órganos de gobierno, la transición.
Es ideal que en el protocolo familiar participen todos los miembros de la familia, si la familia lo dispone así, los parientes políticos también.
Algunas personas temen a los protocolos por considerarlos que pueden llegar a limitarlos, pero por el contrario estos constituyen un marco donde actuar, unas pautas, que pueden ser generales que sirvan como un norte. Una forma de organizarse, de comunicarse, de gestionar, de prevenir conflictos, de crecer como empresa sin que los vínculos familiares se deterioren.
Para ello habrá que reflexionar y trabajar sobre varios temas, ¿a dónde se quiere llegar con la empresa?, ¿Qué legado se quiere dejar?, ¿a qué están dispuestos sus miembros? ¿Qué quieren lograr como empresa? ¿Qué valor se le da a la convivencia familiar?, entre otros.
En algunos casos no es posible lograr un protocolo familiar cuando no hay consensos mínimos y la empresa se encuentra sumida en conflictos mayores. En ciertos casos hasta puede ser desaconsejable si las relaciones están muy deterioras y tensas, poco abiertas al diálogo profundo y sincero.
Aprender y ejercitar el dejar de lado los individualismos para poder crear una visión y misión de conjunto que involucre, respete a todos los integrantes de la empresa y los embarque en una visión compartida puede ser un gran desafío que lleve algún tiempo.
Prever y transitar el desafío redundará en un crecimiento de la empresa familiar y una mejora en los vínculos familiares
Permitirá subir un escalón en la organización y gestión de la empresa.
Prever y transitar el desafío redundará en un crecimiento de la empresa familiar y una mejora en los vínculos familiares
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