Pareciera que en estas fiestas de fin de año tendremos la oportunidad de ver a nuestros familiares en reuniones presenciales obviamente con los cuidados que la pandemia requiere. Estamos en un recreo o en el comienzo de volver a una normalidad distinta. Agradezcamos y celebremos.
Valoremos, disfrutemos y aprovechemos esta oportunidad que se nos da para transitar momentos en familia con armonía. Seguramente tendremos que lamentar que algunas personas ya no están en el día a día con nosotros y festejar con los presentes el momento maravilloso de compartir experiencias en familia, renovando vínculos y quizás readaptándonos en nuevas relaciones familiares.
La navidad también puede ser un momento complicado para algunas personas, deja de ser un momento de encuentro familiar y disfrute para transformarse en un campo de batalla sobre días y horas sobre con quien pasan los hijo/as las fiestas.
Que sea una oportunidad para dejar a un lado revanchas, paces de factura, comentarios inapropiados sobre el otro progenitor, competencias por regalos o espacios.
Quizás es la primer navidad para los niños/niñas con sus padres separados, por eso más que nunca tener presente el bienestar de los hijos/as, que no se vean envueltos en más conflictos y malos entendidos. El cambio en la organización familiar afecta a todos sus integrantes y muy especialmente a los niños/as.
PROPUESTA: hacer un plan de días si es que no hay una sentencia o acuerdo judicial que establezca los días, confiar en la sensatez de los padres y el bienestar de los niños y de toda la familia, sería una muy buena opción.
Recordar siempre prestar atención desde qué emoción o prejuicio hacemos los pedidos y ofertas correspondientes para llegar a un acuerdo sobre el tema. ¿Puedes ponerte en la situación del otro, practicar la empatía y la comprensión?. Esto no quiere decir aceptar todo o no poner límites, sino observar la situación desde una mirada de amor y no de ira, enojos o revanchas. Se trata de acordar, pidiendo lo que necesites, ofertando, escuchando activamente y analizando distintas opciones desde el amor, para el bienestar de toda la familia.
Te sugiero que si la situación es complicada preveas con tiempo la consulta de algún profesional que pueda llevar luz y tranquilidad a la familia.
Las palabras mágicas para usar muy especialmente en estas épocas son:
- Respeto
- Empatía
- Reflexión
- Calma
Recordemos conectar desde el corazón para disfrutar con los seres queridos, con respeto y armonía.
El mejor regalo para los niños/niñas es la calma y la armonía familiar especialmente en estas ocasiones.
Te deseo que pases unas bonitas fiestas llenas de aprendizajes y avances en el camino.
Déjame en comentarios tus opiniones o ideas al respecto.